The boss is away on holiday so we got no new patients coming in, no proper theatre lists and no clinics. The number of patients on the wards is dwindling to almost none which makes for a lot of slow days.. like today, for example. This is how I actually got some time to type up a new post while at work. I'm getting paid to do this, which rocks.
My dashboard is starting to rattle. Dublin roads aren't exactly the smoothest but the console in front of my steering wheel is emitting a faint buzz. Its quite annoying, but its nothing I'm in a rush to sort out. It just interferes with my listening to the new Chilli Peppers album (impressive!) and my morning groove on the way to work. I don't drink coffee, never have, and I'm not much of a caffeine person.. so I get my morning buzzes in different ways, like listening to music. Need to buy milk, though.. had to have a stale cookie for breakfast which wasn't too stimulating. Need my crunchy nut burst at 6am or else I find myself spacing out too much at work.
Blew 3/4 of my paycheck in the span of a week. It felt fucking awesome. I'm entitled to that one month of madness but I'll have to start saving up from now on. Maybe I'll use the money to construct a giant metallic squid. It'll have a cockpit where I can sit and navigate and it will definitely be amphibious. If I wanted a vessel that was strictly aqua-bound then I would've bought a nuclear submarine. No, my squid will drive smoother than your average sedan and will even have the ability to leapfrog traffic. Hell, it can even fly.. why not? Reminds me of that cartoon back in the day, the one with the three guys, one who's water-based, one who can fly (I think his name was Ace.. his uniform was blue), and one who does crazy stuff on land (his uniform was green). I forgot the name of the cartoon, but I'm sure it'll come to me at some random moment.. assistance, anyone?
If I don't get the squid then I might choose to invest my money in a more level-headed fashion. I probably will.. which doesn't mean I'll never get my super metallic squid.. it just means that it'll have to wait.
My new laptop randomly picked up my new xbox 360 on the house's wireless network the other day. They sat down, had a brief chat and now I can watch all of my movies, listen to all of my music and look at all of my pictures on my xbox. I find that quite cool, if I might say so. It was a bank holiday monday so I spent the afternoon playing a downloaded version of Uno on the xbox online against strangers.
Thứ Ba, 8 tháng 8, 2006
Thứ Tư, 2 tháng 8, 2006
Gatos y grandes personajes, 'The Specials', 'A message to you Rudy'

Primero un temita de 'The Specials', 'A message to you Rudy':
Se dice que los gatos son animales muy especiales y sensibles. He encontrado una lista de grandes escritor@s que tienen alguna relación con estos felinos junto a una selección de los relatos inspirados por gatos:

Jacques Prevert Francia (1900-1977), poeta, guionista y escritor de cuentos infantiles. Selección: "El gato y el pájaro".
Un pueblo escucha desolado
el canto de un pájaro herido.
Es el único pájaro del pueblo
y es el único gato del pueblo
que lo ha devorado a medias.
Y el pájaro cesa de cantar
el gato cesa de ronronear
y de relamerse el hocico.
Y el pueblo le hace al pájaro
maravillosos funerales.
Y el gato que está invitado
marcha detrás del pequeño ataúd de paja
donde el pájaro muerto está estirado
llevado por una niñita
que no deja de llorar.
Si hubiera sabido que eso te daba tanta pena,

Gloria Fuertes Gloria Fuertes (España, 1918 - 1998) Profesora y autora de cuentos poemas infantiles. Selección: "Era pastor de gatos..."
Era pastor de gatos y tenía
una larga callada por respuesta.
Las noches las pasaba en los tejados,
jugando con las hebras.
Los gatos y las gatas le miraban,
apoyado en las cuatro chimeneas;
el pastor de gatos se reía
por nada, o mirando a su vecina prisionera.
Era entendido en noches y sabía
sin mirar el reloj la hora que era,
y subía y bajaba su rebaño de gatos
por los campos de tejas.
Algunos aseguran que está loco,
otros que está poeta,
yo, que lo trato mucho, sólo digo
que es un sabio vestido de princesa.

H.P. Lovecraft (EE.UU., 1890 - 1937) Maestro del cuento de terror, autor de relatos y novelas fantásticas. Selección: "Los gatos de Ulthar"
Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra Africa. La Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha olvidado.
En Ulthar, antes de que los ciudadanos prohibieran la matanza de los gatos, vivía un viejo campesino y su esposa, quienes se deleitaban en atrapar y asesinar a los gatos de los vecinos. Por qué lo hacían, no lo sé; excepto que muchos odian la voz del gato en la noche, y les parece mal que los gatos corran furtivamente por patios y jardines al atardecer. Pero cualquiera fuera la razón, este viejo y su mujer se deleitaban atrapando y matando a cada gato que se acercara a su cabaña; y, a partir de los ruidos que se escuchaban después de anochecer, varios lugareños imaginaban que la manera de asesinarlos era extremadamente peculiar. Pero los aldeanos no discutían estas cosas con el viejo y su mujer; debido a la expresión habitual de sus marchitos rostros, y porque su cabaña era tan pequeña y estaba tan oscuramente escondida bajo unos desparramados robles en un descuidado patio trasero. La verdad era, que por más que los dueños de los gatos odiaran a estas extrañas personas, les temían más; y, en vez de confrontarlos como asesinos brutales, solamente tenían cuidado de que ninguna mascota o ratonero apreciado, fuera a desviarse hacia la remota cabaña, bajo los oscuros árboles. Cuando por algún inevitable descuido algún gato era perdido de vista, y se escuchaban ruidos después del anochecer, el perdedor se lamentaría impotente; o se consolaría agradeciendo al Destino que no era uno de sus hijos el que de esa manera había desaparecido. Pues la gente de Ulthar era simple, y no sabían de dónde vinieron todos los gatos.
Un día, una caravana de extraños peregrinos procedentes del Sur entró a las estrechas y empedradas calles de Ulthar. Oscuros eran aquellos peregrinos, y diferentes a los otros vagabundos que pasaban por la ciudad dos veces al año. En el mercado vieron la fortuna a cambio de plata, y compraron alegres cuentas a los mercaderes. Cuál era la tierra de estos peregrinos, nadie podía decirlo; pero se les vio entregados a extrañas oraciones, y que habían pintado en los costados de sus carros extrañas figuras, de cuerpos humanos con cabezas de gatos, águilas, carneros y leones. Y el líder de la caravana llevaba un tocado con dos cuernos, y un curioso disco entre los cuernos.
En esta singular caravana había un niño pequeño sin padre ni madre, sino con sólo un gatito negro a quien cuidar. La plaga no había sido generosa con él, mas le había dejado esta pequeña y peluda cosa para mitigar su dolor; y cuando uno es muy joven, uno puede encontrar un gran alivio en las vivaces travesuras de un gatito negro. De esta forma, el niño, al que la gente oscura llamaba Menes, sonreía más frecuentemente de lo que lloraba mientras se sentaba jugando con su gracioso gatito en los escalones de un carro pintado de manera extraña
Durante la tercera mañana de estadía de los peregrinos en Ulthar, Menes no pudo encontrar a su gatito; y mientras sollozaba en voz alta en el mercado, ciertos aldeanos le contaron del viejo y su mujer, y de los ruidos escuchados por la noche. Y al es escuchar esto, sus sollozos dieron paso a la reflexión, y finalmente a la oración. Estiró sus brazos hacia el sol y rezó, en un idioma que ningún aldeano pudo entender; aunque no se esforzaron mucho en hacerlo, pues su atención fue absorbida por el cielo y por las formas extrañas que las nubes estaban asumiendo. Esto era muy peculiar, pues mientras el pequeño niño pronunciaba su petición, parecían formarse arriba las figuras sombrías y nebulosas de cosas exóticas; de criaturas híbridas coronadas con discos de costados astados. La naturaleza está llena de ilusiones como esa para impresionar al imaginativo.
Aquella noche los errantes dejaron Ulthar, y no fueron vistos nunca más. Y los dueños de casa se preocuparon al darse cuenta que en toda la villa, no había ningún gato. De cada hogar el gato familiar había desaparecido; los gatos pequeños y los grandes, negros, grises, rayados, amarillos y blancos. Kranon el Anciano, el burgomaestre, juró que la gente siniestra se había llevado a los gatos como venganza por la muerte del gatito de Menes, y maldijo a la caravana y al pequeño niño. Pero Nith, el enjuto notario, declaró que el viejo campesino y su esposa eran probablemente los más sospechosos; pues su odio por los gatos era notorio y, con creces, descarado. Pese a esto, nadie osó a quejarse ante la dupla siniestra; a pesar de que Atal, el hijo del posadero, juró que había visto a todos los gatos de Ulthar al atardecer en aquel patio maldito bajo los árboles, caminando en círculos lenta y solemnemente alrededor de la cabaña, dos en una línea, como realizando algún rito de las bestias, del que nada se ha oído. Los aldeanos no supieron cuánto creer de un niño tan pequeño; y aunque temían que el malvado par había hechizado a los gatos hacia su muerte, preferían no confrontar al viejo campesino hasta encontrárselo afuera de su oscuro y repelente patio.
De este modo, Ulthar se durmió, en un infructuoso enfado; y cuando la gente despertó al amanecer - ¡He aquí que cada gato estaba de vuelta en su acostumbrado fogón! Grandes y pequeños, negros, grises, rayados, amarillos y blancos, ninguno faltaba. Aparecieron muy brillantes y gordos, y sonoros con ronroneante satisfacción. Los ciudadanos comentaban unos con otros sobre el suceso, y se maravillaban no poco. Kranon el Anciano nuevamente insistió que era la gente siniestra quien se los había llevado, puesto que los gatos no volvían con vida de la cabaña del viejo y su mujer. Pero todos estuvieron de acuerdo en una cosa: que la negativa de todos los gatos a comer sus porciones de carne o a beber de sus platillos de leche, era extremadamente curiosa. Y durante dos días enteros los gatos de Ulthar, brillantes y lánguidos, no tocaron su comida, sino que solamente dormitaron ante el fuego o bajo el sol.
Pasó una semana entera antes de que los aldeanos notaran que, en la cabaña bajo los árboles, no se prendían luces al atardecer. Luego, en enjuto Nith recalcó que nadie había visto al viejo y a su mujer desde la noche en que los gatos estuvieron fuera. La semana siguiente, el burgomaestre decidió vencer sus miedos y llamar a la silenciosa morada, como un asunto del deber, aunque fue cuidadoso de llevar consigo, como testigos, a Shang, el herrero, y a Thul, el cortador de piedras. Y cuando hubieron echado abajo la frágil puerta sólo encontraron lo siguiente: dos esqueletos humanos limpiamente descarnados sobre el suelo de tierra, y una variedad de singulares insectos arrastrándose por las esquinas sombrías.
Posteriormente hubo mucho que comentar entre los ciudadanos de Ulthar. Zath, el forense, discutió largamente con Nith, el enjuto notario; y Kranon y Shang y Thul fueron abrumados con preguntas. Incluso el pequeño Atal, el hijo del posadero, fue detenidamente interrogado y, como recompensa, le dieron una fruta confitada. Hablaron del viejo campesino y su esposa, de la caravana de siniestros peregrinos, del pequeño Menes y de su gatito negro, de la oración de Menes y del cielo durante aquella plegaria, de los actos de los gatos la noche en que se fue la caravana, o de lo que luego se encontró en la cabaña bajo los árboles, en aquel repugnante patio.
Y, finalmente, los ciudadanos aprobaron aquella extraordinaria ley, la que es referida por los mercaderes en Hatheg y discutida por los viajeros en Nir, a saber, que en Ulthar ningún hombre puede matar a un gato.

Charles Baudelaire (Francia, 1821 - 1867) "El poeta maldito" de la literatura francesa, y padre de la poesía moderna. Selección: Poemas
Ven, mi hermoso gato, cabe mi corazón amoroso;
retén las garras de tu pata,
y déjame sumergir en tus bellos ojos,
mezclados de metal y de ágata.
Cuando mis dedos acarician complacidos
tu cabeza y tu lomo elástico,
y mi mano se embriaga con el placer
de palpar tu cuerpo eléctrico,
veo a mi mujer en espíritu. Su mirada,
como la tuya, amable bestia,
profunda y fría, corta y hiende como un dardo,
y, de los pies hasta la cabeza,
un aire sutil, un peligroso perfume,
flotan alrededor de su cuerpo moreno.
El Gato (I)
A tal punto su timbre es tierno y discreto;
pero, aunque, su voz se suavice o gruña,
ella es siempre rica y profunda :
allí está su encanto y su secreto.
Esta voz, que brota y que filtra,
en mi fondo más tenebroso,
me colma cual un verso cadencioso
y me regocija como un filtro.
Ella adormece los más crueles males
y contiene todos los éxtasis;
para decir las más largas frases,
ella no necesita de palabras.
No, no hay arco que muerda
sobre mi corazón, perfecto instrumento,
y haga más noblemente
cantar su más vibrante cuerda.
Que tu voz, gato misterioso,
gato seráfico, gato extraño,
en que todo es, cual en un ángel,
¡Tan sutil como armonioso
El gato (II)
De su piel blonda y oscura
brota un perfume tan dulce, que una noche
yo quedé embalsamado, por haberlo
acariciado una vez, nada más que una.
Es el espíritu familiar del lugar;
él juzga, él preside, él inspira
todas las cosas en su imperio;
¿No será un hada, Dios?
Cuando mis ojos, hacia este gato amado
atraídos como por un imán,
se vuelven dócilmente
y me contemplo a mí mismo,
veo con asombro
el fuego en sus pupilas pálidas,
claros fanales, vívidos ópalos,
que me contemplan fijamente.
Los gatos
Los amantes fervorosos y los sabios austeros
gustan por igual, en su madurez,
de los gatos fuertes y dulces, orgullo de la casa,
que como ellos son friolentos y como ellos sedentarios.
amigos de la ciencia y de la voluptuosidad,
buscan el silencio y el horror de las tinieblas;
el Erebo se hubiera apoderado de ellos para sus correrías fúnebres,
si hubieran podido ante la esclavitud inclinar su arrogancia.
Adoptan al soñar las nobles actitudes
de las grandes esfinges tendidas en el fondo de las soledades,
que parecen dormirse en un sueño sin fin;
sus grupas fecundas están llenas de chispas mágicas,
y fragmentos de oro, cual arenas finas,
chispean vagamente en sus místicas pupilas.

Francisco Umbral (Nac. Madrid, 1935) Escritor, periodista y columnista. Selección: "Los placeres y los días - Los gatos"
Entre El Retiro y el Botánico se han exterminado unos dos mil gatos. Los parques de Madrid son el Dachau de los gatos. Pero el gato, misterioso y con ojos sobrenaturales, condesciende al ecosistema y mata brujas como ratas, insectos nocivos, y, sobre todo, pone su diseño, como una corchea, en la sorpresa del anochecer.
¿Por qué se matan tantos gatos? La política que se lleva con los gatos es la misma que se lleva con las putas o con los inmigrantes. Una política de exterminio que no entiende o no quiere entender que los animales, los balseros, las hetairas, están ahí para algo, por algo, y que han estado siempre, antes que nosotros, del mismo modo que nos sobrevivirán. Hay procedimientos para todo como hay ya narcosalas para el drogado. La democracia supone una racionalización de estas cosas, porque lo otro es el fascismo de los gatos. En los circos hay incluso tigres domesticados, pero jamás nadie ha domesticado a un gato, aunque tenga fama de animal doméstico. El perro busca dueño y el gato busca casa, pero nunca se integra en el ritmo familiar. El gato es un asterisco o un señor egipcio que se ha quedado a vivir con nosotros, y piensa cuando duerme y observa cuando vela. El más civilizado de los animales puede volver al salvajismo en una semana. Pero se viste de felpa burguesa para que le demos la calderilla de una sardina.
El gran pintor maldito Ricardo Cristóbal ha pintado cientos de gatos. Teniendo los gatos delante, en casa, por supuesto, como fascinado baudeleriano de los gatos. En toda la historia del arte no hay un solo gato bien pintado. El perro es fácil de pintar porque tiene mirada humana, pero al gato le sale siempre, en los cuadros, cara de mono o de hombre. Sólo los gatos de Ricardo tienen orejas de gato, ojo alarmante de gato, y sobre todo esa celeridad de garra, ese desgarrón del aire que solamente consigue el gato. Va a pintar a mi gata Loewe, porque este pintor tiene el rasgo urgente y afilado que hace falta para tomar un gato del natural.
Siempre hemos dividido a los políticos en políticos de gato o de perro. Adolfo Suárez parece hombre de galgo castellano. Felipe González es gato él mismo. Aznar es persona de perro pachón que le pega sustos a la perrita histérica de su señora.
El perro supone una política canovista, aplaciente, y el gato supone una política olfateadora, aventurera, ágil y cazadora, instantánea y elegante. El gato es al tigre lo que el violín a la música. España necesita una política gatuna, más avizor y menos complaciente. Política de garra de terciopelo para que no se nos escapen los grandes aprovechones como se nos están escapando.
Dos mil gatos sacrificados en Madrid, qué más da dónde y cuándo. Una burocracia que no tiene mejor receta que la muerte es una burocracia que se acerca al fascismo. Se principia matando al gato y se acaba degollando al dueño. Seremos europeos cuando aprendamos a amar a los animales. Aunque no está muy claro si el gato es un animal o un príncipe chino.

Osvaldo Soriano (Argentina, 1943 - 1997) Gran novelista argentino .Selección: "Fragmento de "Educación sentimental"
(...)El día que nací había un gato esperando al otro lado de la puerta. Mi padre fumaba en Mar del Plata, en el patio. Mi madre dice que fue un parto difícil, a las cuatro y veinte de la tarde de un día de verano. El sol rajaba la tierra. Los jóvenes Borges y Bioy Casares paraban cerca de ahí, en Los Troncos alucinando las historias de don Isidro Parodi. A Borges lo seguían los gatos. En una de sus fotos más hermosas está junto a María Kodama, que tiene uno en brazos; Borges lo acaricia como a un amigo.
A mi un gato me trajo la solución para Triste, solitario y final. Un negro de mirada contundente , muy parecido a Taki, la gata de Chandler. Otro, el negro Veni, me acompañó en el exilio y murió en Buenos Aires. Hubo uno llamado Peteco que me sacó de muchos apuros en los días en que escribía A sus plantas rendido un Ieón. Viví con una chica alérgica a los gatos y al poco tiempo nos separamos. En París, mientras trabajaba en El ojo de la patria, en un quinto piso inaccesible, se me apareció un gato equilibrista caminando por la canaleta del desagüe. Para sentirme más seguro de mi mismo puse un gato negro al comienzo y uno colorado al final de Una sombra ya pronto serás.
Para decirlo mal y pronto: hay gatos en todas mis novelas. Soy uno de ellos perezoso y distante. Aunque nunca aprendí la sutileza de la especie. Ahora mismo, una de mis gatas se lava la manos acostada sobre el teclado y tengo que apartarla con suavidad Para seguir escribiendo. Hace cinco meses que no prendemos un cigarrillo. Juntos sufrimos el vejamen de la abstinencia y !a vida limpia. Hace unos meses esta habitación era un quemadero de fragancias maravillosas. Tabacos de la Argentina, de Cuba y de Holanda, ya no; resignamos algo de la utilería que compone a los duros: cigarrillos, sombrero, impermeable, el revolver de juguete. Los fantásticos vampiros de Matheson; entre los que estaban Laurel y Hardy y el realismo romántico de Chandler, sobreviven a las modas y las vanguardias porque el lector quiere verse ahí en sangre de papel. Necesita leer sus miedos. Con eso Stephen King escribe ahora una obra excesiva e inquietante. En uno de sus libros, un personaje acusa de plagiario al narrador, le mata el gato y se lo deja frente a la puerta. Es un momento insoportable en la literatura de terror. Algo cercano a los escalofriantes efectos de H.P. Lovecraft. Todos los escritores con corazón se han ganado un gato que los sigue y los protege. Tal vez el de Gibbins, cercado por el fuego, le haya pedido auxilio en nombre de los gatos inspiradores: el del Dante, el de Baudelaire, el de Lewis Carrol, el de Borges. Y ahí fue el director de pobres películas, a purificarse en el incendio y cumplir con el ritual de todos los demonios.
Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo. No es posible usar al gato para nada personal, no hay manera de privatizarlos. En La noche americana, Francois Truffaut aconseja a las realizadores de cine no meterse jamás con un gato en acción. También me lo dijo Hector Olivera a la hora de escribir el guión de Una sombra ya pronto serás. ¿Cómo hacer para que dos gatos de cine interpreten disciplinadamente a los que aparecen en la novela? Yo los puse en el libreto nada más que para aplacar mis miedos. Con una sonrisa; Olivera me dijo que estaba loco: un gato actor, el negro, tendría que seguir al personaje de Miguel Angel SoIá, lavarse a su lado comerse una laucha y echarse a dormir. El otro un colorado, aparece al final, poco después que Pepe Soriano, el Coluccini de la película, haya tenido una charla con Dios. Olivera decidió que no hubiera gatos, pero creo que estoy a tiempo de convencerlo de que ponga al menos una silueta. Cuando hablábamos de eso, todavía Gibbins no se había arrojado al incendio. Yo creía, Dios me perdone, que Matheson se había muerto de viejo. Pero no: allí estaba, peleando frente al fuego, apartando maderas en llamas, abriendo un camino para que su gato pudiera escapar con él. En el revoltijo alcanzó a salvar una carpeta con su último manuscrito. Es que siempre cuando uno rescata un manuscrito, hay un gato adentro.
Cuando yo era chico mi gato Pulqui era mono, león, pirata y bandolero. Yo lo acechaba entre las plantas del jardín y me le tiraba encima con el cuchillo de madera entre los dientes. Ahora mi hijo combate contra la gata Virgula que le devuelve los golpes. Son arañazos de mentira, en un revoltijo de sillas volteadas y malvones floridos. Las suyas, como las mías antes, son fantasías de selvas y mares, de castillos y mosqueteros. Esos años felices e irrecuperables en los que uno aprende, si aprende algo, que los gatos nos traen a domicilio el misterio de la creación. Chandler les atribuía toda la sabiduría y creía que provocaban la explosión creadora. Un día le pidieron que hablara de Philip Marlowe y prefirió que fuera Taki la que la hiciera por él. Pretendía que era la gata quien escribía sus novelas bien entrada la noche: A mí suele pasarme algo parecido.
Richard Matheson perdió todo; la casa los muebles y los premios, pero alcanzó a salvar lo esencial: esa mirada que lo sostiene por las noches, cuando la palabra no viene y la novela no avanza. Esa mirada que nos atornilla al sillón, ese ronroneo que precede a la llegada del diablo.
Poe, Lovecraft y Matheson asociaron los gatos al horror; en los dibujos animados Willam Hanna y Joe Barbera le dieron a Tom El papel de víctima y al ratón Jerry el de la picardía. El gato Félix fue un gran héroe yanqui de los año treinta, puritano y travieso. El Fritz the Cat, de Ralph Baskhi y Robert Crumb, sintetizó los eróticos y crueles años de mi juventud; apareciendo en 1968, Fritz es el primer gato de dibujo que vuelve de Vietnam, se droga, callejea de un prostíbulo a otro, fuma como un escuerzo, duerme con las mejores chicas, incluida su hermana, y termina asesinado por una gata vieja a la que había abandonado en tiempos mejores.
En cambio, Walt Disney detestaba a los gatos. Recién en 1970 se decidió a crear un personaje que, por supuesto, no le dejó éxito ni . plata. Disney era uno de esos tipos que nunca se hacen querer por los gatos. Creo que fue Chandler quien lo dijo. No se si en la biografía del detective Marlowe o en la propia. Hace unos días, una investigadora que prepara un libro de reportajes a escritores argentinos nos pidió a sus entrevistados que trazáramos cada uno una breve autobiografía. ¿Como hacerlo? ¿Cómo hablar de nosotros si no sabemos quienes somos? Le dije que yo no tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna.

F. García Lorca (España, 1898 - 1936)Poeta y dramaturgo español. Selección: "Canción novísima de los gatos"
Mefistófeles casero
está tumbado al sol.
Es un gato elegante con gesto de león,
bien educado y bueno,
si bien algo burlón.
Es muy músico; entiende
a Debussy, más no
le gusta Beethoven.
Mi gato paseó
de noche en el teclado,
¡Oh, que satisfacción
de su alma! Debussy
fue un gato filarmónico en su vida anterior.
Este genial francés comprendió la belleza
del acorde gatuno sobre el teclado. Son
acordes modernos de agua turbia de sombra
(yo gato lo entiendo).
Irritan al burgués: ¡Admirable misión!
Francia admira a los gatos. Verlaine fue casi un gato
feo y semicatólico, huraño y juguetón,
que mayaba celeste a una luna invisible,
lamido (?) por las moscas y quemado de alcohol.
Francia quiere a los gatos como España al torero.
Como Rusia a la noche, como China al dragón.
El gato es inquietante, no es de este mundo. Tiene
el enorme prestigio de haber sido ya Dios.
¿Habéis notado cuando nos mira soñoliento?
Parece que nos dice: la vida es sucesión
de ritmos sexuales. Sexo tiene la luz,
sexo tiene la estrella, sexo tiene la flor.
Y mira derramando su alma verde en la sombra.
Nosotros vemos todos detrás al gran cabrón.
Su espíritu es andrógino de sexos ya marchitos,
languidez femenina y vibrar de varón,
un espíritu raro de inocencia y lujuria,
vejez y juventud casadas con amor.
Son Felipes segundos dogmáticos y altivos,
odian por fiel al perro, por servil al ratón,
admiten las caricias con gesto distinguido
y nos miran con aire sereno y superior.
Me parecen maestros de alta melancolía,
podrían curar tristezas de civilización.
La energía moderna, el tanque y el biplano
avivan en las almas el antiguo dolor.
La vida a cada paso refina las tristezas,
las almas cristalizan y la verdad voló,
un grano de amargura se entierra y da su espiga.
Saben esto los gatos mas bien que el sembrador.
Tienen algo de búhos y de toscas serpientes,
debieron tener alas cuando su creación.
Y hablaran de seguro con aquellos engendros
satánicos que Antonio desde su cueva vio.
Un gato enfurecido es casi Schopenhauer.
Cascarrabias horrible con cara de bribón,
pero siempre los gatos están bien educados
y se dedican graves a tumbarse en el sol.
El hombre es despreciable (dicen ellos), la muerte
llega tarde o temprano ¡Gocemos del calor!
Este gran gato mío arzobispal y bello
se duerme con la nana sepulcral del reloj.
¡Que le importan los senos (?) del negro Eclesiastés,
ni los sabios consejos del viejo Salomon?
Duerme tu, gato mío, como un dios perezoso,
mientras que yo suspiro por algo que voló.
El bello Pecopian (?) se sonríe en mi espejo,
de calavera tiene su sonrisa expresión.
Duerme tu santamente mientras toco el piano.
este monstruo con dientes de nieve y de carbón.
Y tú gato de rico, cumbre de la pereza,
entérate de que hay gatos vagabundos que son
mártires de los niños que a pedradas los matan
y mueren como Sócrates
dándoles su perdón.

Jorge Luis Borges (Argentina, 1899 - 1986)Poeta, narrador y ensayista, uno de los más grandes literatos de habla hispana. Selección: "A un gato" y "Beppo"
No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.
Beppo (La cifra, 1981)
El gato blanco y célibe se mira
en la lúcida luna del espejo
y no puede saber que esa blancura
y esos ojos de oro que no ha visto
nunca en la casa son su propia imagen.
¿Quién le dirá que el otro que lo observa
es apenas un sueño del espejo?
Me digo que esos gatos armoniosos
el de cristal y el de caliente sangre,
son simulacros que concede el tiempo
un arquetipo eterno. Así lo afirma,
sombra también, Plotino en las Ennéadas.
¿De qué Adán anterior al paraíso,
de qué divinidad indescifrable
somos los hombres un espejo roto?
Borges, gran apasionado de los gatos, dedicó estos poemas a sus fieles compañeros, Odín y Beppo.
Todo esto esta sacado de la pagina, milgatos. Si quieres echar un ojillo pincha aquí.
Thứ Hai, 31 tháng 7, 2006
Alastair Humphreys alrededor del mundo en bici, Foxy Brown y Sizzla

Pocas hazañas me parecen tan admirables en la actualidad como la realizada por el ingles Alastair Humphreys que en 2001 decidió coger su bici 7.000 libras (unos 10.000 euros) que se había ahorrado y empezar a pedalear huyendo de la rutina y la monotonía de la vida actual en occidente.

Y pedaleando, pedaleando se dio la vuelta al mundo en bicicleta durante 4 años y unos mesecitos, recorriendo entre tanto, 46.000 millas (74.000 km), 60 países, 5 continentes y cientos de experiencias inolvidables y envidiables…

Durante toda esta odisea ha recaudado dinero para Hope and Homes for Children una asociación que se dedica a proporcionar una familia y un futuro para niños victimas de guerras y desastres.

En Agosto de 2001 abandono Yorkshire, viajando hacia el sur hasta África por el Este desde donde, en barco, viajó por mar a Sudamérica recorriéndose la costa oeste americana hasta llegar a Alaska. Desde allí viaja a Rusia y, dirección Oeste, pasa por China y Asia Central hasta llegar a Europa y terminar en UK, en casa, donde ahora vive con su novia…

Admirable al 100 por 100...
Ahora un poquito de acción con Foxy Brown y Sizzla
Thứ Bảy, 29 tháng 7, 2006
Thứ Bảy, 22 tháng 7, 2006
Mis vecinos los Yamadas y Nausicaa

Hoy he creado un torrent con una película del estudio japonés de animación Ghibli: My Neighbors The Yamadas.
Para quien no lo sepa, BitTorrent es un programa que te permita descargar archivos de Internet. Además del BiTorrent yo tengo instalado el cliente de descargas BitComet para gestionar los “torrents”.

Esta película no ha sido dirigida por Hayao Miyazaki como casi todas las demás, ésta ha sido dirigida por Isao Takahata, el que ahora es director del Museo Ghibli en Mitaka, Tokio.

Y ahora el tema de apertura de la peli "Nausicaa" de Ghibli.

Cuando me entere de como publicar un link a un torrent pongo el link para que os lo podáis bajar.
Si alguien sabe como hacerlo que me lo explique ;P
Chủ Nhật, 16 tháng 7, 2006
Post-call
Exhausted, slightly disoriented and feeling woozy. We just cooked up a big breakfast and I think now that we're digesting we're slowly falling asleep.
It was cool, two of my friends were on call with me last night so we got to go through it together. It ruined our weekend, in fairness. Saturday call means 9am to 9am on Sunday. You have no vacation between the two work weeks and no day to sleep in and recharge your batteries. Its cool having a friend or two on call with you because when they're done their work or you're done yours, you wander over and help clear each other's boards by doing the menial (and annoying) little tasks of re-charting drugs and taking bloods. It lets the guy working the ward focus on the bigger issues such as working up a patient with chest pain or low blood pressure, or admitting and ordering pre-op tests for a patient coming in for an operation.
Being on call is a totally different experience to normal work. You cover a few wards on your own and depending on your luck it could be a good night or a bad one. I had a good night last night, managed to sleep 4 continuous hours (unheard of!). When I woke up at 6 I thought my pager was busted. I hurried up to take a few bloods meant for 6am and I found out that all the patients had slept quite comfortably through the night. Even that one guy who was de-sating (desaturating, in terms of blood oxygen saturation levels) had had a reasonably quiet night. Lucky me.. still makes me worry that the next one is going to be a bad one. Things tend to work out like that.
What's going on in Lebanon anyway? I've been so wrapped up trying to strike that balance between work and play that I've been cut-off from the world. Hope that shit resolves itself soon, its too complicated and depressing for me to even follow on the news.. that's why I'll just put my head down and keep on working I suppose.
It was cool, two of my friends were on call with me last night so we got to go through it together. It ruined our weekend, in fairness. Saturday call means 9am to 9am on Sunday. You have no vacation between the two work weeks and no day to sleep in and recharge your batteries. Its cool having a friend or two on call with you because when they're done their work or you're done yours, you wander over and help clear each other's boards by doing the menial (and annoying) little tasks of re-charting drugs and taking bloods. It lets the guy working the ward focus on the bigger issues such as working up a patient with chest pain or low blood pressure, or admitting and ordering pre-op tests for a patient coming in for an operation.
Being on call is a totally different experience to normal work. You cover a few wards on your own and depending on your luck it could be a good night or a bad one. I had a good night last night, managed to sleep 4 continuous hours (unheard of!). When I woke up at 6 I thought my pager was busted. I hurried up to take a few bloods meant for 6am and I found out that all the patients had slept quite comfortably through the night. Even that one guy who was de-sating (desaturating, in terms of blood oxygen saturation levels) had had a reasonably quiet night. Lucky me.. still makes me worry that the next one is going to be a bad one. Things tend to work out like that.
What's going on in Lebanon anyway? I've been so wrapped up trying to strike that balance between work and play that I've been cut-off from the world. Hope that shit resolves itself soon, its too complicated and depressing for me to even follow on the news.. that's why I'll just put my head down and keep on working I suppose.
Thứ Bảy, 15 tháng 7, 2006
Ante los problemas, buena cara música y alegría, Kelis, “Trick me”
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