El bando nacionalista permitió, después de la guerra, que toda persona que hubiese perdido a algún familiar a manos de los republicanos pudiese exhumar el cadáver y llevárselo a su casa.
Considero un gravísimo error el que ahora no se permita a los familiares de los republicanos caídos hacer lo mismo. Se oye mucho lo de que "no hay que levantar llagas ni reabrir heridas", pero me parece una hipocresía, una frase que oímos por los medios y que se contradice a sí misma.
Mi opinión se basa en algo muy sencillo, ¿cómo te sentirías si no
supieses dónde está enterrado tu padre, abuelo, abuela, madre, hermano,
hermana, amigo, etc...? Pues no muy bien de seguro
¿Será más facil perdonar y olvidar con tus muertos donde deben estar o con ellos perdidos y abandonados?
Me parece que de momento les es más fácil olvidar a unos que a otros.
Tubo que ser Ian Gibson, afamado escritor irlandés nacionalizado español, quién en 1966 ubicó la fosa de Federico García Lorca, asesinado por ser de izquierdas, homosexual y poeta, suficientes razones para ser odiado por el bando nacionalista. De él, de Lorca, dijo su amigo Antonio Machado:
EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA
1. El crimen
Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
2. El poeta
y la muerte
Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»
3.
Se le vio caminar...
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
Antonio Machado |
Dejo un link a un reportaje que he leído de un americano que ha vivido en España unos años y que está realizando un estudio, junto a la Universidad de California, sobre la Memoria Histórica y para ayudar con las exhumaciones. Cuando se le pregunta porqué le interesa tanto el tema él contesta: "“¡Es que es un problema de Derechos Humanos!".
Me sorprende ver que hay tantas personas que sin haber vivido tan de cerca el asunto al ser de fuera se interesan por ello y por que se lleven a cabo las exhumaciones, debe ser que ciertas cosas vistas desde un punto de vista más imparcial y menos manipulado se ven con más claridad.
Abajo dejo una foto que he visto hoy mismo en fotosdetiempospasados de dos hermanos que se reencuentran en 1938 en Tarragona, pertenecen cada uno a un bando distinto, uno de ellos es llevado prisionero, el otro pertenece al bando vencedor, pero ni las guerras ni la miseria humana pueden evitar lo que sucede cuando se ven...
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